viernes, 25 de julio de 2008


“Y ¿en qué se detecta realmente una buena constitución? En que una persona bien constituida agrada a nuestros sentidos, en que esta hecho de una madera que es, a la vez, dura, suave y olorosa. Sólo le gusta lo que favorece a su salud; cuando algo rebasa la medida de lo saludable, deja de agradarle y de causarle placer. Da con remedios contra todos los daños, saca provecho de sus adversidades; lo que no le mata le fortalece. Hace instintivamente una síntesis muy personal de todo lo que ve, oye y vive; es un principio de selección, deja de lado muchas cosas. Se encuentra siempre rodeado de lo que le gusta, ya se trate de libros, de personas o de paisajes, ya que honra lo que elige, lo que acepta y en lo que confía. Responde a todo tipo de estímulos con la lentitud que le ha inculcado una larga cautela y un orgullo deliberado; examina el estímulo que le sale al paso, pero sin hacer nada para salir a su encuentro. No cree ni en la “desgracia” ni en la “culpa”; liquida los asuntos que tiene pendientes consigo mismo y con los demás; sabe olvidar; es lo bastante fuerte como para que todo suceda de la forma que más le conviene. Pues bien, yo soy todo lo contrario de un decadente, pues acabo de describirme a mí mismo...”

Autodescripción de Friedrich Nietzsche...


jueves, 24 de julio de 2008



"Soy como un árbol a lo largo de un año…
Al llegar el otoño mis hojas caen y enfrento el invierno sin ninguna protección, pero al llegar la primavera mis hojas vuelven a aparecer, y si me ves en verano estaré en todo mi esplendor… pero aun así, llegando el otoño, nuevamente mis hojas caen.

He perdido tantas hojas a lo largo de mi vida que ya no sé ni cuantas van, pero aún así sigo en pie, porque no me importa cuantas hojas mas he de perder, ya que mientras posea mis raíces firmes en la tierra jamás caeré.

Es cierto que un árbol con hojas es hermoso, pero sus raíces son mucho más importantes que aquella belleza que le brindan las hojas al árbol, puesto que sus hojas caen constantemente, pero las escondidas raíces siempre mantienen el árbol en pie.

Así que sólo eso puedo decir…
Soy como un árbol, puesto que siempre veo mis hojas al suelo caer, pero gracias a mis raíces sé que siempre permaneceré de pie…"