lunes, 12 de enero de 2009

¿Y donde quedaron todas las palabras que alguna vez me dijiste?¿esas tardes diciéndome que siempre contara contigo, que para eso era la familia?... simplemente palabras que se las lleva el viento. No soy como tú, yo admito mis errores y trato de remediarlos, no guardo rencor ni miro con resentimiento... será que simplemente somos diferentes, somos como el agua y el aceite, nos mezclan, pero no podemos unirnos. Simplemente me cansé de ser como tú quieres que sea, de hacer todo para agradarte y nunca darte en el gusto, de ahora en adelante haré las cosas por mí y no por nadie más, no es que no me importe lo que pienses de mí, pero se trata de mi felicidad y no la tuya. De ahora en adelante sólo haré cosas para agradarme a mí y para sentirme bien yo misma, y si en algún momento te decepciono... solamente es que no pensamos igual.

1 comentario:

Kao. dijo...

En el fondo, uno se da cuenta que hace las cosas inconscientemente a veces, eso no significa que esté bien pero, uno nunca se rinde para complacer a la familia, pues en el fondo, es lo más importante que tenemos, nacimos con ella...

Una vez, yo cambié por mi familia sabes? Y aunque las cosas no sean perfectas, la verdad es que no me arrepiento.

Yo creo que uno tiene que aprender a acomodar las cosas, es decir, equilibrar la familia con uno mismo a la vez que con nuestro entorno, tratar de que todo sea armonioso, no siempre resulta pero bueno, son cosas que pasan...

Jamás te rindas Hermanita, te quiero mucho.

Tu hermanota ;D.